Dentro del Laberinto

Bienvenidos a Santa Cruz de Tenerife.


Parece una ciudad como cualquier otra, ¿verdad?


Nadie podría sospechar que entidades alienígenas conocidas como Los Ocultos la compraron hace años.


Pronto comenzaron las obras.
"Todo es por el bien de la ciudad", dijeron.
"Quedará mejor cuando hayan terminado", afirmaron.
"Se arreglará el problema del tráfico", sostuvieron.


Pero nada fue a mejor. Cada obra que terminaba daba lugar a dos obras nuevas. Y el tráfico fué a peor.


Todo iba acorde con El Plan de Los Ocultos. Corroidos por una insaciable curiosidad científica, pocos seres en el universo representan un enigma mayor para ellos que nosotros, los humanos.


Nadie podría sospechar que hace años que poseen la ciudad.
Nadie que no prestara atención a las señales. Las continuas obras. El tráfico de coches desviado. El flujo de peatones redirigido. La ruta a seguir para atravesar la ciudad cambia de semana en semana.
Los Ocultos han convertido Santa Cruz de Tenerife en un laberinto.
Y nosotros somos las ratas...


Pero Los Ocultos no contaron con que estas ratas pueden pensar. Pueden reaccionar. Pueden rebelarse.

Y pueden montar blogs donde avisar a sus congéneres de los últimos cambios en el laberinto que antaño se llamó Santa Cruz.

Cada permutacion descubierta es un peaton que no se pierde. Cada peaton que no se pierde es un experimento desmontado. Cada experimento desmontado es un contratiempo en la agenda de Los Ocultos.


Y así hasta el triunfo final de la voluntad humana...